sábado, 28 de abril de 2012

PERROS DE FU



      También llamados "Perros de Buda" son animales míticos que tienen su origen en la tradición budista. Están  muy difundidos en el Lejano Oriente, donde aparecen en los umbrales de templos budistas, palacios, tumbas imperiales y en los lugares  habitados por gente distinguida. También aparecen en la bandera del Tibet.
      Aunque se habla de perros, en realidad son leones, ya que el león es el animal emblemático del clan aristocrático de la familia de  Buda, incidiendo de esta manera en su origen principesco.
      El nombre parece ser que proviene de la palabra china "Fo" que era la palabra utilizada para referirse a Buda
   
 Estos perros son también conocidos como "Perros Celestiales" o "Perros de la Felicidad" y son emblema de valor y energía.
      Los perros de Fu aparecen en pareja protegiendo simbólicamente la entrada de templos y tumbas con el fin de amedrentar a profanadores , demonios y otros espíritus malignos.
      Sus ojos están siempre abiertos, con una mirada feroz, inspirando temor,transmitiendo así la protección contra los malos espíritus  que quieren violar la tranquilidad del lugar.
   
  Son perros sexuados, uno es macho y apoya una de sus patas sobre la bola del mundo y la otra figura es una hembra que tiene bajo sus zarpas una cría de león.
      El león macho representa la flor de la vida  y la hembra representa el ciclo de la vida. El león de Fu femenino protege el interior de las viviendas mientras que el león macho protege el edificio.  La hembra generalmente aparece con la boca cerrada mientras que el macho aparece con la boca abierta, según algunas interpretaciones en el macho se representa la inhalación, la vida, mientras que en la hembra se representa la exhalación, la muerte.
      La primera representación de perros de Fu se remonta al año 208 a.c. Su introducción en el arte coincide con el budismo y su popularidad se fundamentó en su simbolismo, mostrando a los leones, como seres benéficos.
   
  Con el paso de los años se asentó la costumbre de regalar estos perros al emperador, por lo que enseguida las familias poderosas empezaron a hacer un uso privado de los leones guardianes y a colocarlos en la entrada de las casas ricas.

sábado, 21 de abril de 2012

LOS PUEBLOS FLOTANTES

    El hombre se adapta a su medio como cualquier especie animal y así los países del Sudeste Asiático han integrado su paisaje humano en el medio acuático desde hace siglos. En la época de monzón, que va de junio a octubre, las lluvias alimentan el curso de los ríos y el agua inunda grandes extensiones de terreno. Esta metamorfosis en el paisaje ha motivado que, desde tiempos remotos, muchas comunidades fijaran su residencia en medio del agua, fuente de alimento y una vía de comunicación eficiente para el intercambio comercial.

   
 Se han formado pueblos con casas junto al río y sobre el río, que durante la temporada de lluvias, pueden extenderse hasta diez veces más de su tamaño inicial. En estos pueblos las casas flotantes se desplazan periódicamente dependiendo del nivel del agua.

      Hay dos tipos diferentes de casas. Las que están  fijas sobre pilotes de bambú  y que se alinean en las orillas. Los postes de bambú, robustos y flexibles para soportar las corrientes más violentas, pueden alcanzar los 6 metros de altura. Suelen tener una o dos habitaciones, y se abren hacia un embarcadero. Cuando la marea está baja, se accede,a la casa por una escalera desde la orilla, y con la marea alta, los barcos amarran en la puerta.

      Un segundo tipo son las casas que carecen de anclajes permanentes y que se  mantienen a la deriva sobre pontones o bidones de gasolina vacíos. Estas viviendas de muy distinta naturaleza, lo que demuestra la diferencia de clase entre los habitantes, se alinean formando canales por donde serpentean hábilmente las embarcaciones, vehículos por excelencia de esta comunidad, y muchas veces convertidas en tiendas ambulantes.

      La fisonomía del lugar viene determinada por la pesca, que es fuente de sustento de la mayoría de los habitantes, aunque se realizan muchas actividades alrededor de este sector como, por ejemplo, la construcción de embarcaciones, la fabricación de redes de arrastre o el propio proceso de envase y deshidratación del pescado.  El pescado y los crustáceos, también son, como no, la base de la dieta de los lugareños que complementan con arroz, huevos y verduras.

      Una característica de muchas casas flotantes es la trampa para peces, un agujero cubierto en el suelo de la casa bajo el que queda flotando una red. Los habitantes del delta han utilizado este método para pescar durante generaciones

   
 Estas aldeas, para muchos turistas, bucólicos parajes fuera del tiempo, están sometidas a unas condiciones de vida difíciles y registra un índice de pobreza elevado.  No cuentan con electricidad, gas o agua corriente. Los habitantes de estos pueblos consumen el agua contaminada del lago lo que provoca graves problemas de salud.

      En estos pueblos flotantes predomina una mayoría vietnamita que convive con distintas etnias como la minoría musulmana, la cham, la china y los camboyanos. A pesar de la diferencia cultural, y también religiosa, parecen convivir  pacíficamente en los poblados, así cada familia celebra sus rituales culturales y religiosos con naturalidad.

        Los descendientes de estas tierras inundadas han mantenido las tradiciones de sus ancestros,  pero no han renunciado al bienestar de la modernidad. Muchos tienen instalada una antena parabólica en la azotea. Tampoco faltan los establecimientos propios de una urbe postindustrial: gasolineras, desguaces, talleres mecánicos, y boutiques de estética como peluquerías, tiendas de moda o salones de belleza.

      Aunque este particular estilo de vida ha condicionado los hábitos de la gente también ha dejado mella en sus cuerpo. Se registran muchos casos de desviación de columna vertebral o problemas de rodilla y cadera, ya que muchas personas habitan en barcas diminutas que les impiden mantener una postura erguida o dormir con el cuerpo extendido.

      Esta geografía humana, forjada en los hábitos más cotidianos, tiene su continuidad en las nuevas generaciones que asoman por la ventana de sus chozas. Cuando llegan las hordas de turistas, eso sí, se suben a la barca y reman hacia ellos para llamar su atención y conseguir algún dólar.
   

domingo, 15 de abril de 2012

RÍO THU BON EN HOI AN


      Sería difícil entender la existencia de Hội An sin la presencia del río Thu Bồn, junto a cuyo estuario se encuentra situada la más hermosa población de Vietnam.
      La ciudad fue fundada precisamente en ese lugar debido a su posición estratégica en las rutas comerciales de la zona. En el siglo XVI era una zona de  libre comercio, en la que se fueron estableciendo ricos mercaderes extranjeros, procedentes de países vecinos como China o Japón y hasta de las lejanas India, Holanda  o Portugal, para comerciar con objetos tan valiosos como seda, nácar, marfil, especias o porcelana.
     
       Por esta misma ruta entraron los misioneros europeos. El cristianismo llegó a Vietnam en el siglo XVI.
       El hecho de que su puerto estuviese resguardado por las diversas islas del delta, le servía de protección, a la vez que daba vía libre al transporte de mercancías, tanto hacia el mar de China  como hacia el interior del continente. Esto hizo de Hội An un lugar tan atractivo que los japoneses lo consideraban el corazón de Asia.
      Pero en el siglo XIX  comenzaron a aparecer barcos grandes, barcos  que necesitaban que el río tuviera cada vez el calado más profundo.
   
        Sin embargo,  el puerto de Hoi An, que  había sido uno de los mayores puertos comerciales del sudeste asiático, y que había dado auge y esplendor a la ciudad, debido a las tierras de aluvión y a la gran acumulación de sedimentos en la bocana, se obstruyó y los barcos ya no podían recalar en él. La línea de costa se trasladó a varios kilómetros y  el intenso trasiego comercial declinó rápidamente. El que había sido un importante puerto marítimo quedó reducido al transporte fluvial y a la pesca.
        El rápido ocaso del puerto de Hoi An  fue lo que permitió la buena conservación de esta bonita ciudad, ya que su evolución quedó prácticamente estancada. Se mantuvo el casco antiguo, sus casas chinas, su puente japonés y su ambiente medieval
   
       La gran acumulación de lodo en el fondo del río, las lluvias torrenciales propias del clima tropical de Vietnam y la ausencia de canalización, hace que el río Thu Bon se desborde con relativa frecuencia.
      Sin embargo, la leyenda vietnamita nos deja una explicación alternativa a las diversas inundaciones y desastres naturales de la zona. La leyenda dice, que un terrible monstruo cuya cabeza estaba en la India, su cola en Japón y su cuerpo en Vietnam, era el culpable de todos estos desastres. Cada vez que el enorme monstruo se movía, un terremoto o una inundación asolaba la zona.



domingo, 8 de abril de 2012

EL DRAGÓN EN VIETNAM

      Au-Co era una joven hada muy hermosa que vivía en las montañas. Un día se asustó mucho al ver a un monstruo, pero Lac-Long-Quan, un rey dragón que vivía en el mar, al verla en peligro voló en su ayuda, luchó  contra el monstruo, lo venció y lo mató.
      Au-Co se enamoró inmediatamente del valiente Lang-Long-Quan y se casaron y tuvieron 100 hijos, pero a pesar del gran amor que se tenían , Au-Co deseaba estar de nuevo en las montañas y él quería volver al mar. Así que se separaron, cada uno tomó 50 niños. Au-Co se estableció en las tierras altas de Vietnam y enseñó a sus hijos a cultivar la tierra para producir el arroz. Los otros 50 se fueron con Lac-Long-Quang  y se establecieron a lo largo de las costas del Vietnam donde el padre los enseñó las técnicas de la pesca.
        Según esta leyenda todos los ciudadanos vietnamitas descienden del dragón y del hada.
      En Oriente (a diferencia de Europa) el dragón se ha considerado siempre una criatura benéfica. Los vietnamitas tienen al dragón como su símbolo más importante y sagrado. Representa el yang (lo masculino), la vida, el universo, la existencia, el crecimiento e historicamente fue el símbolo del emperador
 
  El dragón que vive en el agua, es reverenciado como representante de las fuerzas primitivas de la naturaleza y del universo. Para los vietnamitas el dragón trae la lluvia, esencial para la agricultura, y está asociado a las aguas en movimento, como mares, ríos, cascadas...
      Los dragones orientales no escupen fuego, ni tienen alas, aunque pueden volar, se parecen más a serpientes de gran  tamaño. Son diferentes de las Nagas camboyanas, que son serpientes de numerosas cabezas, pero de influencia hinduísta.
      Para los vietnamitas (herencia china) el número 9 es el número del poder celestial y el dragón está formado por 9 elementos tomados de 9 animales diferentes: ojos de langosta, cuernos de ciervo, bigotes de gato, morro de buey, nariz de perro, melena de león, escamas de pez, cola de serpiente y garras de águila.
        Hay 9 tipos de dragones diferentes, que tienen 9 atributos y 117 escamas, 81 masculinas (9x9) y 36 femeninas (9x4).
        Solo los emperadores podían llevar 9 dragones en sus trajes, sobre todo los dragones amarillos o dorados. Por eso aparecen siempre  en los tronos, en las escalinatas  de los palacios, rematando tejados, en las tumbas, o en cualquier otro lugar relacionado con el poder imperial.
          El Delta del Mekong, en  Vietnam, se conoce como "el lugar de los nueve dragones".

domingo, 1 de abril de 2012

CURIOSIDADES


Pájaros - A la entrada de muchos templos se venden pájaros enjaulados, para que tú les des la libertad. Luego los vuelven a cazar y se vuelven a vender a otros compasivos turistas.
Tortugas - Se tiene por buen augurio salvar de ser  comidas las tortugas que venden en los mercados. Cuando una tortuga es comprada, se le hace un agujero en el caparazón y se las suelta en un templo.
Ranas - Representan el principio lunar, el yin, lo femenino. Se asocian al agua y a la luna, por tanto están relacionadas con la fertilidad y el dominio femenino. Son símbolo de algo cómico, ridículo. Pero entre los agricultores y la gente del campo, como anuncian las lluvias, aparecen representadas en las puertas o ventanas de las casas.
Tres pelos tiene mi barba - Es frecuente ver en hombres y mujeres mayores que se dejan dos o tres pelos larguísimos en el rostro, creen que trae mala suerte cortarse  el pelo que nace en un lunar.



Espejos - Sobre las puertas de las casas, sobre todo en el campo, suelen poner un espejo orientado al frente, para que refleje e impida que entren la muerte, los malos espíritus y las energías negativas.
El número 9 - Para los vietnamitas el número 9 es un número celestial. Representa longevidad y buena suerte. Es el número de mayor poder espiritual. Por eso siempre se habla o se construye en base al  número 9: nueve columnas, nueve altares, nueve dragones... Están solicitadísimas las matrículas de coche en las que aparece el número 9.
Palillos - Dejar los palillos de pie en un cuenco de arroz es anuncio de muerte y señal de mala suerte, pues recuerda a las varillas de incienso que se queman para los difuntos.
Ofrendas a Buda - Las ofrendas de incienso que se hacen a Buda tienen que ser siempre número impar. Los hombres han de ofrecer 7 varillas y las mujeres 9. También  se pueden ofrecer flores, 7 ó 9 según sean dioses o diosas.


Nombres - A los bebés vietnamitas se les dan tres nombres al nacer y se les corta el pelo lo más ridículamente posible, con el fin de que no se les lleven las brujas  ni los dioses del mar. Cuando crecen y van al colegio utilizan el segundo nombre, un nombre bueno y luego cuando ya son mayores, se ponen el nombre definitivo, generalmente algún patronímico budista.
Karaokes - Hay karaokes,  cientos de molestos karaokes, en todas las ciudades vietnamitas. A “puticlubs" se les llama karaokes románticos.
Templos - Siempre hay que descalzarse antes de entrar en un templo. Bajo ningún concepto, hay que colocar las plantas de los pies orientados hacia una imagen de Buda, ni apuntar con el dedo a una  figura de Buda o a un monje. No se puede tocar nunca a un monje.
Niños - No hay que tocar las cabezas de los niños, ellos creen que es la parte más sagrada del cuerpo porque que el alma reside en la cabeza.
Ofrendas - A los dioses se les suele ofrecer sándalo, varillas de incienso y lámparas, porque se consideran puros y ayudan a eliminar la oscuridad y la negatividad.

Regalos - Entre los regalos que no se tienen que hacer están los instrumentos que cortan, como tijeras y cuchillos, pañuelos, flores de color amarillo o  crisantemos. Tampoco se deben entregar regalos envueltos en papel negro.