También llamados "Perros de Buda" son
animales míticos que tienen su origen en la tradición budista. Están
muy difundidos en el Lejano Oriente, donde aparecen en los umbrales de
templos budistas, palacios, tumbas imperiales y en los lugares
habitados por gente distinguida. También aparecen en la bandera del
Tibet.
Aunque se habla de perros, en realidad son leones, ya
que el león es el animal emblemático del clan aristocrático de la
familia de Buda, incidiendo de esta manera en su origen principesco.
El nombre parece ser que proviene de la palabra china "Fo" que era la palabra utilizada para referirse a Buda
Estos perros son también conocidos como "Perros Celestiales" o "Perros de la Felicidad" y son emblema de valor y energía.
Los perros de Fu aparecen en pareja protegiendo simbólicamente la
entrada de templos y tumbas con el fin de amedrentar a profanadores ,
demonios y otros espíritus malignos.
Sus ojos están siempre
abiertos, con una mirada feroz, inspirando temor,transmitiendo así la
protección contra los malos espíritus que quieren violar la
tranquilidad del lugar.
Son perros sexuados, uno es macho y apoya una de sus patas sobre la bola del mundo y la otra figura es una hembra que tiene bajo sus zarpas una cría de león.
El león
macho representa la flor de la vida y la hembra representa el ciclo de
la vida. El león de Fu femenino protege el interior de las viviendas
mientras que el león macho protege el edificio. La hembra generalmente
aparece con la boca cerrada mientras que el macho aparece con la boca
abierta, según algunas interpretaciones en el macho se representa la
inhalación, la vida, mientras que en la hembra se representa la
exhalación, la muerte.
La primera representación de perros de
Fu se remonta al año 208 a.c. Su introducción en el arte coincide con el
budismo y su popularidad se fundamentó en su simbolismo, mostrando a
los leones, como seres benéficos.